En este histórico bastidor de Huamantla, la Virgen de la Caridad ha concedido la maternidad a muchas mujeres
El bastidor se encuentra en el taller de la maestra Carolina Hernández Castillo
La Virgen de la Caridad se ha hecho presente de diversas maneras en la vida de los huamantlecos y, debido a los incontables milagros que se le atribuyen, la imagen también es venerada más allá del pueblo mágico.
Entre las peticiones más recurrentes que las mujeres hacen a la santa patrona está el de la maternidad, pero, a diferencia de aquellos solicitados en la basílica, este favor especial sucede en la calle Allende #213, en el taller de la maestra Carito, famosa bordadora de los vestidos de la Virgen.
La maestra Carito Hernández falleció en diciembre de 2015, sin embargo, el bastidor de madera y la silla donde se sentaba se mantienen intactos aún con sus 148 años de antigüedad. Estos dos muebles, que hasta la fecha son exclusivos para confeccionar los vestidos de la Virgen de la Caridad, se han convertido en reliquias donde sucede el milagro de la maternidad.
Elvira Hernández, sobrina de la maestra Carito, contó a este Diario que al taller han llegado mujeres de diferentes partes de México y el mundo con un mismo deseo: ser madres.
Nos hemos dado cuenta, de años para acá, que hay señoras que no han podido tener bebés. Ellas vienen acá a dar puntadas con mucha devoción en ese juego de silla y bastidor y han logrado quedar embarazadas
A finales de 2022, por ejemplo, una turista estadounidense pidió bordar en nombre de su hija, quien no había logrado quedar embarazada a pesar del tratamiento médico que adoptó en Texas tiempo atrás.
Otro caso fue el de una vecina de Huamantla, quien luego de tres años de intentarlo no lograba quedar embarazada. Durante ese tiempo, la mujer se integró al grupo de las bordadoras y un día, sin saber que se había sentado en la silla de la maestra Carito, recibió comentarios de sus compañeras diciéndole que iba a quedar embarazada. Ese mismo año nació su primer hijo quien, para esta fecha, está por cumplir ocho años de edad.
Un último caso fue el de una canadiense que llegó al taller como turista. Al enterarse de las historias anteriores, pidió bordar para que la Virgen le concediera la adopción de un bebé al cual hoy día llama “hijo”.
A pesar de encontrarse en el centro del pueblo mágico de Huamantla, el taller de la muestra Carito no es tan conocido hasta este momento. Sin embargo, el grupo de bordadoras de la Virgen consideran que es un espacio donde todo es posible.
Además de sentarse a bordar, las mujeres también ofrecen a los visitantes la posibilidad de escribir el favor o agradecimiento que desean hacerle a la santa patrona. Los papeles donde se escriben son colocados a los pies de la imagen durante la procesión del 14 de agosto de cada año y al final se queman como un acto de redención. En ese sentido, la invitación de visitar el taller está abierta para todo público.
Fuente: El Sol de Tlaxcala